EDUCACIÓN

Como es habitual próximo los días del inicio del ciclo escolar y cercana la finalización del mismo, los docentes reivindican sus justos reclamos salariales y con ellos un mayor incremento en el presupuesto destinado a educación. Se inicia nuevamente una fuerte discusión social ya que las medidas de fuerza efectuadas por el sector ocasionan inconvenientes en las familias de los educandos que deben en algunos casos faltar a su trabajo, en otros convocar a algún pariente a velar por sus hijos o bien contratar personal al efecto.
En opinión de quien desconoce la tarea docente, no solo al frente de alumnos en aulas o talleres, sino en todo aquello que hace a su tarea extra escolar, (corrección de trabajos, preparado de actividades, reuniones y turnos, capacitación, etc, etc.) está holgadamente superando las cuatro horas que permanece en el establecimiento escolar. En muchos casos deberán trabajar ocho o más horas para recibir un mejor salario.
No es el salario del docente justa remuneración a su actividad, ni es justo privar a los alumnos de sus aprendizajes; será encontrar nuevas formas a los reclamos, buscar métodos que no afecten a terceros y utilizar la capacidad y el espacio de nuestra gestión para defender la ESCUELA PUBLICA.
Rodolfo Ninomiya