De la violencia en la escuela hacia la promoción de una convivencia saludable

Como punto de partida se hace imposible pensar el fenómeno de la violencia y convivencia escolar si no se tiene en cuenta el diagnóstico dentro de la institución de diversas manifestaciones de este fenómeno. Por otro lado se hace necesario remarcar que en el espacio escolar se expresan elementos que configuran la violencia presente en el entorno social en el que se encuentra inmerso el escenario educativo del país y del entorno inmediato en el que se halla inserta, siendo casi inevitable la reproducción hacia el interior de las instituciones de las manifestaciones de la violencia social. Por lo tanto entender la violencia y apuntar a su transformación, implica renunciar a una mirada que se centre en lo sintomático e individual, para reconocerla como un hecho psicosocial, político y cultural.
Ha de remarcarse además que la problemática de la violencia, es consecuencia de múltiples factores y es impensable sostener que la escuela deba dar respuesta a todos ellos. Teniendo en cuenta este punto, es fundamental poder delinear algunas condiciones que aparecen como mas frecuentes en la violencia escolar y se consideran causas de la misma entre otras:
- la existencia y persistencia de modelos de relaciones entre los miembros de la institución, basados en la agresión y la autodestrucción
- la falta de integración, la marginalidad, la discriminación tanto individual como grupal
- los escasos y dificultosos vínculos entre profesores y alumnos, que obstaculizan la comunicación y la confianza entre ambos, condiciones necesarias para que se produzca el hecho educativo.
- las condiciones edilicias de muchos establecimientos escolares y la cantidad de alumnos que asisten a ellos
- falta de un curriculum flexible y significativo para los alumnos lo que trae como consecuencia, falta de motivación e interés hacia el aprendizaje entre otras cosas.
Condiciones de riesgo estructural
- entornos familiares riesgosos y desprotegidos
- carencias de espacios de expresión y participación juvenil legitimada
- percepción estigmatizada de lo juvenil
- estigmatización de pobreza y violencia juvenil como delincuencia

De esta realidad de las instituciones educativas y en este contexto social, nos cuestionamos acerca de las formas de convivencia que la escuela genera, constituyéndose en un desafío las producción de condiciones institucionales mas saludables que propicien mejores condiciones de vida y reduzcan las situaciones que estimulan la violencia en toda la comunidad escolar. Pensar en una escuela orientada a la promoción de la salud implica pensar que el desarrollo, realización y evaluación de los planes y programas para implementar los componentes de promoción de la salud en el ámbito escolar considerando a la escuela como un espacio que brinda la oportunidad necesaria para promover una autoestima positiva, basada en logros, en el reconocimiento y cumplimiento de responsabilidades y en el despliegue de diversas oportunidades, modelos de convivencia y el aprendizaje cotidiano de la solidaridad, la participación, la comunicación y el respeto por los demás.-