Por Liliana García Mojardín*
Hay momentos en la vida de la gente en que se debe optar por seguir un camino, y esto no quiere decir que uno haga siempre lo mismo, porque como el dicho aquel, si uno hace siempre lo mismo, obtendrá quizás el mismo resultado.
En mi caso particular, decidí mi camino y misión hace 27 años aproximadamente, ello me llevó a considerar de manera fehaciente las palabras: vida, sueños, infancia, adolescencia, y familia. Es como que ello conformaría un nuevo abecedario del que afortunadamente, unos cuantos hemos hecho elección y si digo niño, digo infancia, digo felicidad y digo derechos y es así como se construye la pirámide desde las ONGs. (Organizaciones No Gubernamentales) que ponemos el cuerpo en este compromiso de vida llamado niñez y familia, donde desde el día a día de madres cuidadoras, educadores y docentes aportan lo mejor de cada uno por la felicidad de los chicos y eso es poner en acción las palabras, con la entrega absoluta, donde no cabe el “yo”, si no “nosotros”, donde se observa y acompaña al niño desde la misma gestación maternal y hasta su nacimiento.
Uno no solo aconseja, guía, acompaña; además se transforma en un aliado inclaudicable y clave para la crianza del niño, reforzando siempre el vínculo familiar y haciendo una verdadera defensa de sus derechos, señalados como la Ley Nº 23.849 (Convención Internacional de los Derechos del Niño y del Adolescente), la que pese a ser no muy tenida en cuenta tiene rango constitucional, por lo que debiera estar más vigente que nunca, respetada y aplicada en todas sus formas posibles.
Infancia es futuro y no solo hay que esgrimirlo, hay que autenticarlo con acciones que lo demuestren. Uno ve a veces la falta de equidad en la distribución de la riqueza y observa a niños condenados a morir antes de nacer por su condición de vida, no hace falta viajar al África para observar el horror de las “pancitas” de seis letras “Hambre”, y nuestras provincias saben mucho de ello y esto habla de desigualdad, de horror, de discursos mentirosos, de falta de proyectos o de su sensata ejecución para evitar muertes tempranas.
Recordemos que los alimentos que no llegan en los primeros años de la infancia, dejan secuelas irreversibles en el cuerpo y la mente humanas y que denunciar los casos aberrantes, no es estar ni a favor ni en contra de nadie, es simplemente no aceptar lo inaceptable, pues Argentina es una, no hay dos, entonces porque tiene que existir una Argentina secreta.
Del hambre de nuestro país hablamos pocos, de los chicos y sus derechos pocos también, de la igualdad de oportunidades algunos más, aunque otros la utilizan para embanderarse o distinguirse, pues muchos se rasgan las vestiduras hablando de derechos del niño, pero a la hora de la verdad, los vulneran impiadosamente.
Son pocos los niños “privilegiados” que gozan de un estado pleno, pero son muchos los que mantienen una línea de pobreza, donde soñar con un mañana se les hace imposible por la gran desigualdad que sufren. No se trata de tapar el sol con un dedo o de seguir haciéndose el distraído, se trata de cumplir con un mandato “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, se trata de cumplir con las funciones para ocupar el sitio y realizar la labor para la cual ha sido elegido.
Causa dolor, pena y mucha, muchísima rabia saber que tal vez con esa gran pérdida de valores, se perdió también la dignidad, la palabra, la hombría de bien, los principios morales, la ternura y los sentimientos.
Los invito a reflexionar, porque se nos está escapando por una ventana grande, inmensa, eso que parece arcilla y que bien sabemos que se llama Infancia, muchos no llegarán a ser jóvenes o adultos; de todos y cada uno de los que nos gobiernan y legislan dependerá si es conveniente dejar morir los sueños del futuro, léase niños o se toman con la seriedad que se deben los 56 artículos de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y del Adolescente.
Pasó el Día del Niño, golosinas y regalos, un solo día al año, no señores, el día del niño debe ser todos los días del año, reconociendo, difundiendo y aplicando la ley Nº 23.849 en todas sus formas.
Recordemos que el próximo año hay elecciones y que aunque los niños no votan, deberíamos considerar que tienen memoria y que los adultos, padres y responsables de crianza somos ciudadanos, pero por sobretodo hombres y mujeres que nos mueve la labor, el compromiso y la sed de justicia en un país donde se ponga la palabra pegada a la acción y no discursos mentirosos que ya nadie cree ni con la misma candidez e inocencia de un niño.
* Liliana García Mojardín es docente, escritora, periodista, poeta, conductora radial, coordinadora y animadora de espectáculos artísticos, dedica su vida desde hace 27 años a las Obras del Hogar Materno Infantil “Tribilín”, sito en Intendente Alberto Barceló Nª 885 de Villa Domínico, partido de Avellaneda, Entidad fundada por ella misma donde desde un Jardín Maternal, Jardín de Infantes y Casa del Niño, se desarrollan un sin número de actividades para garantizar la ley Nº 23.849 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y del Adolescente, con rasgo Constitucional. A la fecha continúa abocada por la igualdad de oportunidades de todos los chicos y chicas, coordinando desde hace 22 años la Red Solidaria de Chicos en Riesgo Social. Co Fundadora y Madrina del Comedor Comunitario “La Fuerza del Corazón” de San Francisco Solano y de A.N.A.V.I (Ayuda a la Niñez y Adolescencia de Villa Itatí). Asesora y colabora con otros líderes comunitarios, ayuda a su formación y a llevar su Obra adelante en las ONGs.
Desde los inicios de la Campaña “Un Sol Para los Chicos” que realiza UNICEF Argentina a la fecha, el Hogar Tribilín, resulta ser la Entidad elegida por este organismo que acompaña cada evento, compartiendo las donaciones con otras Obras “Hermanas”.
Fue junto a Ethel Pérsico, con quien compartiera verdadera amistad, escenarios, columnista de su Periódico: Realidad y Nueva Realidad de Wilde, destacándose en el mismo por sus notas de hondo contenido social.
Creadora de los Programas radiales: “Esos locos Bajitos 1”, “Esos Locos bajitos 2” (FM WILDE; FM BUENAS ONDAS Y FM SARANDÍ) y “Volver a Empezar” (F M Wilde 88.7Mhz), este último lleva el mismo nombre que la Biblioteca Popular que hoy cuenta con más de 6.000 libros de todo tipo.
Su carrera año tras año, es premiada por entes privados, gubernamentales y religiosos, dado que ha recibido un sin fin de reconocimientos a su trayectoria, entre ellos de Unicef Argentina, Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Bs. As., y muchas organizaciones mas, locales, provinciales y nacionales, por su trabajo social y/o cultural.
Dejamos en claro que todas las actividades desarrolladas y creadas por Liliana, son “Sin Fines de Lucro”, dado que las Instituciones creadas son por el bien común de Avellaneda y su gente.
Así mismo destacamos que todos los días se la puede encontrar trabajando por los chicos en el Hogar Materno Infantil desde muy temprano, para ella el día tiene muchas mas de 24 hs.