CINCO MOMENTOS DEL COLEGIO
Los 75 años de la entonces E.N.C.A. Nº 1, hoy E.E.M. Nº 13, me traen el recuerdo de cinco momentos en mis cinco años de secundario:
1971 Susana Lía Natalicio enseñaba “Educación Democrática”, era profundamente antiperonista y disfrutaba con el desarrollo de bolilla XIV titulada “La Segunda Tiranía”. Gobernaban los militares y eran tiempos en que “La Prensa” se refería a Perón como “el tirano prófugo”. Como pronunciar el nombre de Perón había sido prohibido (decreto Nº 4161/55), era gracioso denostar a alguien al que no se podía nombrar. Hablábamos de Perón llamándolo “Juan”, “Juancito”, “El Hombre”, “Ese”, o como lo llamaba Tato Bores: “Juansón”. Una locura muy argentina que hoy los jóvenes no pueden entender.
1972 El uniforme obligatorio era blazer azul, camisa blanca o azul, corbata, zapatos (no mocasines, zapatillas ni se pensaba) negros o marrones, medias azules o negras, pantalón gris. Yo tenía una camisa amarilla con dibujos de mariposas en blanco, algo psicodélica y propia de los 70. Me vio la vice-directora, Marta Buriasco, y me preguntó: - ¿No sabe que no puede usarse amarillo en las camisas? – Es amarilla y blanca, los colores del Vaticano, al Papa no le molestan. – le respondí con audacia. Buriasco hizo fuerza para no reírse, y seria dijo: - Por más que le gusten al Papa no la traiga más.
1973 El Profesor Jorge Tajani era abogado y enseñaba Instrucción Cívica, entra al curso el lunes 28 de mayo de 1973, el viernes anterior había asumido Cámpora la presidencia y se instaló el Congreso Nacional. Nos miró y dijo: - ¡Por fin volvimos a la normalidad! – Todos nos lo quedamos viendo, desde que teníamos ocho años gobernaban los militares, para nosotros la vigencia de la Constitución era una rareza, no la normalidad. ¡Ninguno imaginaba que en menos de tres años Videla haría añicos la normalidad!
1974 En el capítulo XIII de “Juvenilia”, Miguel Cané cuenta admirado el episodio inaudito que durante una clase del inefable Monsieur Jacques, sonó la campana y un alumno se arrastró para cerrar la puerta y permitir que siguiera la clase del profesor que ese día se encontraba particularmente inspirado. Nosotros vivimos algo igual cuando el Profesor Herbón nos explicó los tipos sanguíneos en su clase de “Educación para la Salud”. Tocó el timbre y nadie se movió, absortos, nos quedamos escuchando la exposición de otro gran profesor.
1975 Viaje a Bariloche. Nuestro contingente estaba integrado por treinta y nueve alumnos, un profesor (el Dr. Eugenio Sastre de 26 años), seis madres, un novio (se aclara que la madre de la novia también viajaba vigilando), una hermana, una amiga de la hermana y un hermano. ¡Cuándo lo cuento los chicos de hoy no lo pueden creer!
Cinco momentos en setenta y cinco años y un emocionado agradecimiento eterno a la querida escuela y a los hombres y mujeres que la hicieron y nos formaron.
EDUARDO PRINA (5º 3º)
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