Con olor a olvido

Por Esteban Sobré Revetria y Fernando Landaburu


Hace 17 años, el 27 de septiembre de 1993, una tragedia que ocurría en nuestra Avellaneda conmocionaba a todo el país, siete personas perdían la vida por un escape de gas cianhídrico. Pero muchos hechos que antecedieron a esta desgracia fueron dando el alerta, citaremos solo algunos de ellos que nos parecen los mas llamativos, como el del Sr. García, que tenia un taller donde arreglaba máquinas de escribir sobre la calle 25 de mayo, y que un año antes apareció muerto junto a su gato; o el de un matrimonio de personas mayores que meses antes fue encontrado muerto en la cama de su casa, también sobre la calle 25 de mayo. Las constantes denuncias de vecinos sobre olores nauseabundos en la zona, la advertencia que por los medios de comunicación había realizado el “Cholo” García, Sec. Gral. del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda, sobre el reemplazo de todos los inspectores de industrias por gente joven e inexperta (recordemos que el intendente de Avellaneda en ese entonces era Baldomero Álvarez de Olivera, y la responsable de Industria y Medio Ambiente, Mónica Capellini). Pero nada hacia pensar que ese día cuando Manuel Nuin se sintió mal seria el comienzo de una tragedia sin precedentes en Argentina, fue en ese momento que su esposa María Ángela, llamo a su hijo Horacio, quien junto con su esposa Rosa Scala fueron a la casa ubicada en 25 de Mayo 319, Horacio fue a buscar la ambulancia de la empresa EMERCOR, mientras Rosa iba a acompañar a los padres de este, cuando Horacio llego con la ambulancia sus padres y su esposa estaban muertos, pero al ingresar a la casa también cayeron muertos Horacio, el camillero Roberto Voytezko, el enfermero Orlando Cáceres y la medica Bibiana Otero, gracias a que un bombero llega a avisar por radio que había un escape de gas, se impidió que hubiese mas victimas.
Nos cuenta Juan Carlos Carzoglio, trabajador de EMERCOR, quien ese día por un problema familiar llegó un poco mas tarde a la guardia, sino hubiese sido seguramente una victima mas, “19 numerosas marchas se realizaron reclamando por el esclarecimiento de este hecho, como así también que se realice una inspección a fondo buscando depósitos o industrias clandestinas, que abundaban en la zona y de donde partieron los químicos causantes de la desgracia, se reclamaba también que el Htal. Fiorito tuviera un infectologo, que pudiera dar respuesta rápida a los problemas de salud causados por la contaminación, ya que también se había producido un escape de sulfuro de la empresa Lever, que produjo 200 intoxicados en la zona de Villa Tranquila, a pocas cuadras de allí, también hubo serios problemas con una fabrica de baterías, y con la chimenea de Molinos, cuyos desechos eran altamente cancerigenos”.
La movilización de los vecinos, logró que se determinase que los transportistas Juan García y Juan Sánchez que retiraban desechos de las curtiembres que tenían que ser tratados y que ya había sido denunciado por los vecinos ante el municipio, había arrojado ácidos, y que otros empresarios habían ilegalmente arrojado cianuro, y que la unión de ambos químicos en los desagües cloacales fueron la causa de esta tragedia.
A los 2 años García fue sobreseído por falta de merito, y nadie quedo procesado, tampoco ningún funcionario fue encontrado responsable frente a la falta de controles, pareciera que el único culpable en esta causa fue Manuel Nuin, por no haberle hecho un sifón a la entrada de la cloaca a la casa.
Debemos recordar también que mientras se desarrollaban estos hechos a escasos metros había más de 600 alumnos en la escuela nº 13, que la Secretaria de Medio Ambiente de la Nación era la Lic. María Julia Alzogaray, quien al igual que prometió limpiar el Riachuelo en 1000 días, prometió colocar en las cloacas de Avellaneda unos censores que se activarían frente a la existencia de contaminantes, que por supuesto nunca fueron colocados.
Como consecuencia de la conmoción que causó este hecho se creo en nuestra ciudad la policía ecológica que funciona en el marco de la Municipalidad, y que está equipada para detectar fuentes y niveles de contaminación, también se sancionó la ley nacional nº 24605/95, que declaro el día 27 de septiembre “Día Nacional de la Conciencia Ambiental” en memoria de las personas fallecidas como consecuencia del escape de gas cianhídrico. Además establecía que en dicha fecha se recordara en los establecimientos educativos primarios y secundarios de todo el país, los derechos y deberes relacionados con el medio ambiente.
Como reflexión final queremos enunciar que la ausencia de culpables y responsables es un antecedente inmediato de impunidad para quienes contaminan y que de un rápido relevamiento hecho en escuelas de nuestra ciudad, surge que en muy pocas se realizaron actividades relacionadas con la conciencia sobre la protección del medio ambiente como lo establece la ley, sumando así el olvido.
Esperamos con esta nota que estas siete muertes no hayan sido en vano, y recrear conciencia sobre la necesidad de comprometernos para vivir en un medio ambiente mas sano.