UN ESTADO QUE SIGUE AUSENTE
Por Fernando Landaburu
Pese a que la década del 90 quedo lejos, y las concepciones de que el mercado todo lo solucionaba hoy no tienen tanto predicamento, la realidad cotidiana nos demuestra que el Estado sigue ausente, en este numero de “El Solidario de Avellaneda”, hemos recordado la tragedia de la calle 25 de mayo ocurrida hace 17 años, pese a esto podemos decir que hoy sigue nuestra ciudad permanentemente sufriendo de olores nauseabundos, y de una contaminación inaceptable en sus arroyos y en el Riachuelo, debiendo el Estado Nacional pagar una multa, como muestra de la incapacidad de dar respuesta a esta grave problemática que se mide en deterioro de la salud, de todos los que vivimos en Avellaneda y en toda la Región, también en una nota el ex consejero Gral. de Educación por la Pcia de Bs. As., Carlos Cebey tratara el deterioro que ha sufrido la educación pública en nuestra provincia, y por ende en nuestra ciudad, por otra parte en un relevamiento que hemos hecho en los distintos establecimientos educativos públicos de Avellaneda nos encontramos que mas allá de todos los planteos hechos en la nota de educación, existen también grandes problemas edilicios, cooperadoras que se tienen que hacer cargo de todo, hasta de imprimir los boletines o de comprar las cosas mínimas, y nos preocupa que no haya políticas de Estado para la educación, por que estamos realmente comprometiendo no solo el presente sino también el futuro, profundizando también la desigualdades tan grandes que existen en nuestra sociedad.
En otra de las notas de este numero vemos como trabajadores frente a la quiebra de la industria o la empresa donde trabajan no se resignan y logran mantener esas fuentes de trabajo, a veces sin todo el apoyo que el Estado les debería brindar, así vemos como muchas fabricas cierran, quedando sus edificios como cementerios de maquinas y sueños, mientras desde el Estado solo se generan subsidios, que tienen mas de clientelismo que de políticas sociales, no incentivándose la capacitación, la producción y el trabajo, como prioridad.
Y así podemos seguir con la falta de justicia, el estado de los hospitales públicos pese al esfuerzo de sus trabajadores, la inseguridad, como consecuencia de esta sociedad desigual y del crecimiento sin control de la droga.
Todo esto y muchas otras cosas que podríamos plantear nos hace reflexionar sobre la necesidad que se generen consensos en políticas públicas para estos temas y que permitan aprovechar mejor este buen momento para economías como la de Argentina, con un estado que recupere su rol presente para asegurar la construcción de una sociedad mas justa.
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